El Chocolate del Bienestar desata críticas y defensas
La distribución del Chocolate del Bienestar ha sido motivo de debate tras la reciente aplicación de etiquetas de advertencia por su contenido nutricional. Aunque presentado como una opción más saludable frente a otros productos del mercado, el gobierno ha sido cuestionado por una aparente contradicción con su política contra la comida chatarra.
Una estrategia saludable puesta en duda
Luego de la prohibición de comida chatarra en escuelas mexicanas, la distribución del Chocolate del Bienestar fue objeto de señalamientos por contener sellos de advertencia por exceso de calorías, azúcares y grasas saturadas. Esta situación ha sido percibida como contraria al programa oficial “Vive Saludable, Vive Feliz”, que busca fomentar una mejor alimentación en la infancia.
El etiquetado ha sido exigido por las Normas Oficiales Mexicanas (NOM), lo que obligó a incluir advertencias en el empaque, pese a los esfuerzos del gobierno por resaltar sus beneficios. Según lo declarado, el chocolate contiene un mayor porcentaje de cacao en comparación con marcas comerciales, lo que, según las autoridades, lo convierte en una alternativa más nutritiva.
Claudia Sheinbaum responde a las críticas
Durante La Mañanera del Pueblo del 4 de abril de 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum defendió la distribución del producto, indicando que su contenido de azúcar es bajo y que su principal ingrediente es cacao natural. Además, sostuvo que el etiquetado no implica que el producto sea dañino, sino que cumple con la normatividad vigente en el país.
“El Chocolate del Bienestar es cacao con un poco de azúcar para saborizar”, declaró la mandataria. También se informó que se ofrecerá en tres presentaciones: barra, polvo y chocolate de mesa, sin ampliar su distribución a otros tipos de alimentos.
Críticas desde la oposición
El activista Eduardo Verástegui, a través de redes sociales, arremetió contra la estrategia alimentaria, calificando la medida como parte de un “narco-Estado”. En su publicación, acusó al gobierno de preocuparse más por defender el chocolate que por combatir la corrupción y la inseguridad en el país.
Las posturas encontradas revelan que, aunque el Chocolate del Bienestar se ha presentado como una opción viable frente a otros productos ultraprocesados. La percepción pública aún está dividida sobre su inclusión dentro de una política de salud integral.