Horario de verano: ¿efectivo o innecesario?

Los pros y contras de eliminar el cambio de horario

¿Qué impacto tiene el horario de verano en la salud, el ahorro y la economía?

El horario de verano es una medida que consiste en adelantar una hora los relojes durante una parte del año, con el fin de aprovechar mejor la luz solar y reducir el consumo de energía eléctrica.

Esta práctica se implementó en México en 1996, durante el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León, y se mantuvo vigente hasta el 2022, cuando la Cámara de Diputados decidió eliminarla.

La decisión de suprimir el horario de verano se basó en argumentos relacionados con la salud de los ciudadanos y el ahorro energético.

Recomendado:⬇️

Según los legisladores, el cambio de hora afectaba el ritmo biológico de las personas, provocando alteraciones en el sueño, el estado de ánimo y el rendimiento laboral y escolar.

Además, se afirmó que el ahorro de energía que se lograba con esta medida era mínimo y no compensaba los inconvenientes que generaba.

Sin embargo, esta medida no ha estado exenta de polémica y controversia.

Algunos sectores de la población han expresado su descontento por el aumento en los precios del recibo de luz, que se ha atribuido a la eliminación del horario de verano.

Asimismo, se ha cuestionado si esta decisión ha tenido un impacto negativo en la economía, especialmente en las zonas fronterizas y turísticas que dependen de la sincronización con otros países.

Ante esta situación, surge la duda sobre si el horario de verano regresará a México o si se mantendrá la decisión de eliminarlo.

Para responder a esta pregunta, es necesario analizar los posibles efectos positivos y negativos que tiene esta medida en diferentes aspectos.

Efectos en la salud

Uno de los argumentos más utilizados para eliminar el horario de verano es que este afecta la salud de las personas al alterar su ciclo circadiano, es decir, el reloj biológico que regula las funciones fisiológicas y psicológicas.

Al adelantar o atrasar una hora los relojes, se produce un desajuste entre el horario externo y el interno, lo que puede causar trastornos del sueño, fatiga, estrés, irritabilidad, depresión y problemas cardiovasculares.

Sin embargo, estos efectos no son iguales para todos ni duran lo mismo.

Según algunos estudios, la adaptación al cambio de hora puede variar según la edad, el género, el hábito de sueño y la exposición a la luz natural.

Por lo general, se estima que se requieren entre uno y tres días para acostumbrarse al nuevo horario, aunque algunas personas pueden tardar más o menos.

Además, no todos los efectos son negativos.

Algunos expertos señalan que el horario de verano puede tener beneficios para la salud al favorecer la actividad física al aire libre, mejorar el estado de ánimo por la mayor exposición a la luz solar y prevenir algunas enfermedades como la obesidad y la diabetes.

Efectos en el ahorro en el horario de verano

Otro argumento para eliminar el horario de verano es que este no representa un ahorro significativo de energía eléctrica.

Según datos oficiales, en 2021 se estimó un ahorro de 941.019 gigawatts hora (GWh), lo que equivale al 0.7% del consumo nacional anual.

Esta cifra es menor al 1% que se había proyectado inicialmente cuando se implementó esta medida.

No obstante, este ahorro no es despreciable ni irrelevante.

De acuerdo con la Secretaría de Energía (Sener), este ahorro equivale al abastecimiento del consumo eléctrico de 589 mil casas habitación durante todo un año.

Al consumo eléctrico anual del estado de Campeche o al funcionamiento de 8 millones 408 mil lámparas fluorescentes compactas autobalastradas prendidas las 24 horas del día durante un año.

Asimismo, el ahorro de energía implica una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático.

Según la Sener, en 2021 se evitó la emisión de 408 mil toneladas de bióxido de carbono, lo que equivale a la quema de mil 797 millones de litros de gasolina.

Efectos en la economía

Un tercer argumento para eliminar el horario de verano es que este tiene un impacto negativo en la economía, especialmente en las zonas fronterizas y turísticas que dependen de la sincronización con otros países.

Al no coincidir el horario con el de Estados Unidos, se dificultan las actividades comerciales, industriales y de servicios que se realizan entre ambos países.

Además, se afecta el flujo de turistas que visitan los destinos mexicanos, lo que repercute en la generación de empleos e ingresos.

No obstante, este argumento no es del todo válido, ya que existen excepciones para algunos municipios y estados que mantienen el horario de verano por razones económicas.

Este es el caso del estado de Baja California y los municipios fronterizos de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, que adelantan su reloj una hora para estar sincronizados con Estados Unidos.

También es el caso de algunos destinos turísticos como Cancún, que mantienen el cambio de hora para aprovechar la luz solar y atraer más visitantes.

Además, no hay evidencia clara de que el horario de verano afecte el rendimiento laboral y escolar de las personas.

Algunos estudios sugieren que el cambio de hora puede tener un efecto negativo transitorio en la productividad y el aprendizaje, pero otros indican que no hay una relación significativa entre ambos factores.

Lo que sí puede influir en el desempeño de las personas son otros aspectos como la calidad del sueño, la alimentación, el ejercicio y el ambiente laboral o educativo.

¿Regresará a México?

El horario de verano es una medida que tiene ventajas y desventajas en diferentes ámbitos.

Su eliminación en México respondió a criterios relacionados con la salud y el ahorro energético, pero también generó inconformidad por el aumento en los precios del recibo de luz y la posible afectación a la economía.

Por el momento, no se contempla su regreso a nivel nacional, pero se mantienen algunas excepciones para las zonas fronterizas y turísticas.

FuenteTerra