Un sismo de magnitud 5.1 sorprendió a los habitantes de la Ciudad de México
La noche del 18 de abril de 2023, a las 22:55 horas, se registró un sismo de magnitud 5.1 con epicentro a 32 kilómetros al sureste de Petatlán, Guerrero.
El movimiento telúrico fue percibido por la ciudadanía, pero las alertas sísmicas no se activaron, lo que causó molestia y preocupación entre los habitantes de la Ciudad de México.
Según testimonios de los ciudadanos, el sismo se sintió de forma significativa en la capital del país; sin embargo, al no escuchar la alerta sísmica, no pudieron desalojar los inmuebles a tiempo, situación que les generó angustia y temor.
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Algunos expresaron su inconformidad con el funcionamiento del sistema de alerta, pues señalaron que en otras ocasiones que ha sonado la alerta no han sentido el sismo, pero en esta ocasión que no se activó, la percepción del movimiento fue alta.
¿Por qué no sonó la alerta sísmica?
Ante el cuestionamiento de la población sobre por qué no sonó la alerta sísmica, el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (Sasmex) explicó que el temblor no ameritaba que sonaran las alertas porque “la estimación de energía en los primeros segundos, no superó los niveles preestablecidos”.
El Sasmex es un sistema que opera con una red de sensores sísmicos distribuidos en las regiones sísmicas de subducción de la Placa de Cocos y el sur del Eje Neovolcánico Transversal en los estados de Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Puebla y Oaxaca.
El objetivo del Sasmex es detectar los sismos que puedan afectar a las zonas urbanas del país y emitir una señal de alerta con anticipación para que la población pueda tomar medidas preventivas.
Sin embargo, el Sasmex tiene ciertos criterios para determinar si un sismo es susceptible de generar una alerta o no.
Estos criterios se basan en la magnitud, la profundidad y la distancia del epicentro del sismo.
De acuerdo con el Sasmex, para que se active una alerta sísmica se requiere que el sismo tenga una magnitud mayor o igual a 5.0 y una profundidad menor a 60 kilómetros.
Además, el sismo debe ocurrir dentro de las regiones cubiertas por el sistema y a una distancia mayor a 40 kilómetros de las ciudades receptoras.
En el caso del sismo del 18 de abril, aunque tuvo una magnitud de 5.1 y una profundidad de 10 kilómetros, no cumplió con el criterio de distancia, pues su epicentro estuvo a solo 32 kilómetros de Petatlán y a unos 300 kilómetros de la Ciudad de México.
Por lo tanto, el Sasmex consideró que el sismo no representaba un riesgo mayor para las zonas urbanas y decidió no emitir una alerta sísmica.