Una reforma histórica para la soberanía alimentaria
El Senado de la República ha aprobado una reforma constitucional que prohíbe el maíz transgénico en México. Esta iniciativa reconoce al maíz como un alimento básico, sustancial e identitario de la cultura mexicana, garantizando su producción sin modificaciones genéticas. La medida fue respaldada por una mayoría calificada, reflejando el compromiso del Estado con la protección de las semillas nativas.
Un respaldo legislativo mayoritario
Con 97 votos a favor y 16 en contra, la reforma fue aprobada por el Senado, con el respaldo de Morena, PT, PVEM, PRI y Movimiento Ciudadano. En lo particular, el dictamen obtuvo 88 votos a favor y 17 en contra, mostrando un consenso amplio sobre la necesidad de blindar el maíz nativo.
Argumentos a favor de la prohibición
El senador Óscar Cantón Zetina, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, destacó que esta reforma impide que el acceso al maíz quede en manos de monopolios extranjeros. Según sus declaraciones, “no podemos estar comprando afuera lo que bien sabemos producir en este país”.
Por su parte, la senadora Simey Olvera, presidenta de la Comisión de Estudios Legislativos Primera, subrayó que el dictamen reconoce el maíz nativo como un derecho humano a la alimentación, garantizando que se mantenga libre de modificaciones genéticas.
Protección constitucional para el maíz
La reforma modifica los artículos 4 y 27 de la Constitución, estableciendo que:
- México es centro de origen y diversidad del maíz.
- Se prohíben las modificaciones genéticas del maíz nativo.
- El Estado debe fomentar la autosuficiencia alimentaria y garantizar la seguridad agroalimentaria.
- Se promueve la investigación, innovación y conservación de las semillas nativas.
Posturas en contra y debate
La oposición, liderada por el PAN, expresó su desacuerdo con la exclusión del maíz híbrido, argumentando que su uso podría mejorar la competitividad del sector agrícola. Sin embargo, esta postura fue rechazada por la mayoría legislativa.
Impacto de la reforma
Con esta medida, el cultivo de maíz transgénico queda prohibido en México, priorizando la protección de la biodiversidad, la bioseguridad y la soberanía alimentaria. Además, el uso del maíz genéticamente modificado será evaluado para evitar amenazas a la salud y al patrimonio biocultural del país.
Esta reforma representa un paso significativo para garantizar que el maíz, base de la dieta y la identidad mexicana, se preserve en su forma original, libre de alteraciones genéticas y sujeto a un marco regulatorio que prioriza la seguridad agroecológica.