¿Reaccionarios: Qué significa este cambio de término?
AMLO anuncia que ya no llamará conservadores a sus opositores
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha decidido cambiar el nombre con el que se refiere a los conservadores en sus conferencias matutinas, también conocidas como ‘mañaneras’.
A partir de ahora, los llamará reaccionarios, un término que implica una actitud contraria al progreso y a la transformación social.
Este cambio se debe a la nueva sanción del Instituto Nacional Electoral (INE), que le ordenó quitar la posdata dirigida al grupo conservador que aparece al inicio de la transmisión de las conferencias.
El INE considera que el mensaje contiene elementos y frases que pueden influir en el proceso electoral que inició oficialmente el 7 de septiembre.
El mensaje dice lo siguiente:
“Si eres conservador y estás en contra de la transformación del país, porque quieres que regresen los fueros y los privilegios de unos cuantos, y que continúe la corrupción, el clasismo, el racismo y la discriminación, te recomendamos que no veas este programa, porque puede causarte algún daño psicológico, emocional o afectar los intereses que defiendes”
AMLO dice que cumplirá la orden del INE, pero la critica
López Obrador dijo que sí obedecerá el mandato del INE, pero lo calificó como una afrenta y una violación flagrante a la libertad de expresión y de manifestación de las ideas. “Ahora se convierten en censores”, criticó.
Además, anunció que también cambiará el nombre de su movimiento político, al que ya no llamará Cuarta Transformación, sino “movimiento de cambio verdadero” cada vez que se refiera a su causa.
El nuevo nombre de los conservadores fue retomado por Ana Elizabeth García Vilchis en su sección Quién es quién de las mentiras, donde expone las falsedades que circulan en los medios de comunicación y las redes sociales sobre el gobierno federal.
¿Qué consecuencias tendrá este cambio de nombre a Reaccionarios?
El cambio de nombre de los conservadores a reaccionarios puede tener varias consecuencias en el ámbito político y social.
Por un lado, el gobierno podría estar descalificando y estigmatizando a sus opositores, al asociarlos con una ideología retrógrada y antidemocrática.
Por otro lado, puede ser una forma de reafirmar la identidad y el proyecto del movimiento de López Obrador, al presentarlo como una alternativa progresista y transformadora.
En cualquier caso, es evidente que el presidente busca mantener una confrontación permanente con sus adversarios, a los que acusa de querer frenar el cambio verdadero que él propone.
Esta estrategia puede tener efectos positivos o negativos en su popularidad y en su capacidad de gobernabilidad, dependiendo de cómo reaccione la ciudadanía ante sus discursos.
Lo cierto es que el término reaccionario no es nuevo en la historia política de México.
Ya ha sido utilizado por otros actores políticos para referirse a sus enemigos, como lo hizo Francisco I. Madero contra Porfirio Díaz, o Lázaro Cárdenas contra los grupos conservadores que se opusieron a la expropiación petrolera.
Así pues, López Obrador recupera una palabra con una larga tradición en el país, pero le da un nuevo significado en el contexto actual.