El impacto económico en el Super Bowl
El aguacate mexicano se ha convertido en un ingrediente esencial en la gastronomía estadounidense, especialmente durante el Super Bowl. Sin embargo, la posible imposición de aranceles del 25% por parte del gobierno de Donald Trump podría afectar no solo a los productores mexicanos, sino también a los consumidores en Estados Unidos.
Un mercado dependiente del aguacate mexicano
Cada año, Estados Unidos importa 110 mil toneladas de aguacate desde México para satisfacer la demanda generada por el Super Bowl, según la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (APEAM A.C.). Con este nivel de consumo, cualquier incremento en costos derivado de aranceles se reflejaría directamente en el bolsillo de los consumidores.
El doctor Samuel Ortiz Velásquez, especialista en Desarrollo Económico, explica que, al tratarse de un producto de consumo final, el costo del arancel sería trasladado al consumidor. Esto significa que el precio del aguacate podría subir de 3.2 dólares por kilo a 4 dólares, impactando la economía de los hogares estadounidenses.
Las consecuencias para los productores y consumidores
Si se aplican los aranceles, los exportadores mexicanos perderían competitividad frente a países como Chile y Perú, cuyos costos de exportación son menores. Por ejemplo, Perú exporta a 2.6 dólares por kilo, mientras que Chile lo hace a 3.6 dólares por kilo.
A pesar de la posible competencia, México sigue dominando el mercado con una participación del 92% en las importaciones estadounidenses. Sin embargo, la imposición de aranceles podría abrir una oportunidad para que otros países ganen terreno.
Impacto en la economía y el empleo mexicano
El aguacate no solo es vital para la gastronomía de Estados Unidos, sino también para la economía mexicana. México exporta 2,573 millones de dólares en aguacate a Estados Unidos, lo que representa el 82% del total de sus exportaciones mundiales de esta fruta.
Además, la industria del aguacate genera 310 mil empleos directos y 78 mil empleos indirectos en México, especialmente en Michoacán, el principal productor. Un arancel del 25% pondría en riesgo miles de empleos, afectando directamente a las comunidades que dependen de esta producción.
Un panorama incierto para el comercio bilateral
Si bien la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, logró frenar temporalmente la imposición de aranceles tras una negociación con Trump, el futuro de esta medida sigue siendo incierto.
Cualquier acción que afecte el comercio del aguacate tendría consecuencias tanto para México como para Estados Unidos. Mientras los consumidores estadounidenses enfrentarían precios más altos, los productores mexicanos podrían perder competitividad y empleos. La relación comercial entre ambos países seguirá en el centro del debate en los próximos meses.