El consumo de drogas en México presenta nuevos contrastes

Informe nacional revela cifras mixtas sobre el uso de drogas

Las autoridades de salud presentaron la Encuesta Nacional de 2025. El reporte detalla cambios importantes en el comportamiento social. Los datos indican tendencias opuestas según la edad. El consumo de drogas disminuyó en la población menor de edad. Sin embargo, este indicador subió entre los adultos. La Secretaría de Salud destaca estos hallazgos como un punto de inflexión. Los expertos analizan ahora las causas de este fenómeno.


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Alertas en la salud mental de los jóvenes

El estudio muestra una baja general en el consumo de sustancias ilícitas entre menores. No obstante, existen otros focos rojos. La encuesta detectó una mayor incidencia de ideas suicidas. Este problema afecta principalmente a jóvenes de 12 a 17 años. Las cifras preocupan a los especialistas en salud mental. El bienestar emocional de los adolescentes requiere atención inmediata. Las estrategias de prevención deben abordar estos riesgos psicológicos.

El auge de los vapeadores

Otro dato relevante involucra el uso de dispositivos electrónicos. El vapeo mostró un incremento notable en las estadísticas recientes. La prevalencia pasó del 1.1% al 2.6%. Este aumento sugiere un cambio en los patrones de consumo. Los jóvenes sustituyen o complementan sustancias tradicionales con estas nuevas tecnologías. Las autoridades sanitarias advierten sobre los riesgos pulmonares asociados. La regulación de estos productos enfrenta nuevos retos.


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Sustancias de mayor impacto en adultos

La población adulta registra un aumento en el uso de estupefacientes. El cannabis se mantiene como la sustancia más consumida en este grupo. Su prevalencia supera a otras drogas ilegales en el país. Por otro lado, el informe ofrece un dato positivo sobre opioides potentes. El uso de fentanilo mantiene una prevalencia muy baja en México. Esto contrasta con la crisis que viven otras naciones vecinas.

La Conasama y otras instituciones utilizarán estos datos para ajustar políticas. El objetivo es reforzar la prevención en adultos y cuidar la salud mental joven.