La postura de China ante las nuevas barreras comerciales
La reciente imposición de barreras comerciales por parte del gobierno mexicano ha generado una reacción inmediata desde Asia. Se ha informado que China ha solicitado formalmente a México corregir lo que denomina un “muro arancelario” aplicado a las importaciones provenientes de naciones asiáticas. Esta petición surge tras la aprobación de medidas que elevan los impuestos a productos de países con los que no se cuenta con un Tratado de Libre Comercio. Desde Pekín, se ha expresado una firme oposición a cualquier forma de unilateralismo y proteccionismo, instando a las autoridades mexicanas a revisar estas prácticas consideradas incorrectas.
Justificación de las medidas
Por su parte, la respuesta oficial no se ha hecho esperar desde el Palacio Nacional. Fue declarado por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, que estas nuevas regulaciones no tienen como objetivo específico afectar al gigante asiático. “No está dirigido a China”, se enfatizó durante su intervención, aclarando que la política se aplica de manera general a los países sin acuerdos comerciales vigentes. Se argumentó que, de no aplicarse estas tasas, se podría interpretar que México está imponiendo restricciones injustificadas al comercio global, cuando el objetivo es regular los intercambios con naciones sin alianzas formales.
Desbalance comercial y futuro diálogo
Es importante destacar el contexto económico que rodea esta decisión. Las cifras oficiales indican que China se posiciona como el segundo mayor proveedor de bienes para México, solo superado por Estados Unidos, con envíos que alcanzan los 130.000 millones de dólares. En contraste, las exportaciones mexicanas hacia el mercado chino apenas superan los 9.000 millones de dólares anuales, lo que evidencia un profundo déficit. Ante este escenario, se ha confirmado que se mantendrán los canales de comunicación abiertos. Fue asegurado por Marcelo Ebrard que “estaremos dialogando con China”, reconociendo que, aunque las medidas no son de índole política sino económica, generan incomodidad en los socios comerciales afectados.